Estaba en una cama del Hospital de Policía en Julio del 1996, mientras esperaba la llegada a mis padres con una TV de esas de perilla marca Hitachi pues tenía programado quedarme internado por 4 días debido a un gangrena que me dio en la pierna izquierda. Por esos años, cuando tenía 14 años soñaba con ser futbolista, jugar por la selección peruana y llevarla al mundial, así como Oliver Atton llevó al Newpi a la final del campeonato escolar para jugar con el franco canadiense de Benji Price. Nunca olvidaré ese anime.
Por esos tiempos, jugaba para el Club Cantolao, club de futbol de menores tal vez el más organizado y el que más jugadores profesionales había lanzado. Tomaba mi microbús desde el Ovalo de la Avenida Brasil hasta el Ovalo 200 Millas en Ventanilla. Una hora y media en una carcocha que lo tomaba a las 2.30pm para llegar a las 4 pm aproximadamente, cambiarme y empezar a correr para calentar. Eras bueno? Pues, tenía la buena técnica de todo futbolista peruano con el balón, potencia física y bien guerrero para defender. Jugaba en el centro de 8, así que recibía y daba buenas barridas y patadas. Estábamos en medio de un campeonato, que en algún momento me hice una herida en la pierna derecha, herida que nunca cerró porque cada semana me volvía a hacer otra herida en el mismo sitio. Tener en cuenta que las canchas de futbol escolar no son las mejores en el Perú, y el césped brillaba por su ausencia.
Un día sábado me fui a una piscina pública y el lunes ya no pude pararme para irme al colegio. Me mire la rodilla, la cual estaba super hinchada. Fuimos con mis padres a emergencia del Hospital de Policía, donde me iniciaron un drenado que es un corte en la herida para drenar el pus. Allí, informaron a mis padres que la infección estaba muy cerca del hueso que debía quedarme algunos días. Ese mismo día por la noche, como a las 7pm, ya instalado en mi cama con suero en el brazo, llego una amable enfermera quien tenía una jeringa bien grande, la cual me asusto a lo que atine a decir: Otra inyección más ya no lo soporto, sin embargo me contesto con una sonrisa tranquilizadora – no te preocupes, lo voy a mezclar con el suero en la sonda – lo cual me hizo respirar profundamente, solo recuerdo ver ese líquido lechoso mezclarse con el suero que al parecer era un poco de penicilina para quedarme dormido- dije poco? – fue un exceso que se volvió una anafilaxia, reacción alérgica grave. Momento que empezó el sueño que jamás olvidaré.
El sueño también llamado ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), inició al despertarme que traté de levantarme de la cama pero no pudo despertar mi cuerpo, me vi echado, durmiendo, me paré, camine hasta la puerta. Escuchaba todo lo que pasaba alrededor. Por esos días había comenzado las Olimpiadas de Atlanta 1996 que mis vecinos de cuarto escuchaban y yo también, en el estado en cual me encontraba. Por lo inusual del momento decidí acostarme en mi cama para tratar de unirme a mi cuerpo, pero no podía. Luego, tuve otro sueño, que se parece mucho a lo contado por miles de personas que han tenido ECM’s. Vi, el espacio con estrellas brillando y acercándome hacia una puerta de luz blanca muy brillante mientras me preguntaba a donde estaba hiendo. Hasta que en un momento, una voz de tono grueso me pregunto – Deseas entrar o regresar? – a lo que yo respondí – pero aún no he llevado a Perú al mundial, mi madre se va a morir de pena y aún quiero dar lo mejor de mí a mi país. A lo que esta Voz dijo – entonces despierta. En ese momento me desperté con un sonido tremendo en la cabeza como martillazos en acero, el cual fue cayendo progresivamente hasta convertirse en un pitillo cada vez más agudo que prolongo por varios minutos. Quedando una especie de trauma al sonido de silbidos continuo.
Finalmente, estaba en la cama sin entender todo lo que había pasado. Luego de dos días, se lo conté a mis padres, pues estaba procesando como contarlo. Todo este episodio muy personal marco un hito que tiempo después, cuando lo analicé y lo ligue a diferentes estudios místicos que realicé pero esto es historia para otro post. Por ahora, solo les diré, continuará.