
El libre albedrío ha sido, es y será un rico debate para religiosos, místicos, científicos y gente de a pie. En mi caso, la primera vez que escuche su definición fue en tercer año de secundaria. Donde nos enseban simultáneamente Psicología y Filosofía como para abrirnos la conciencia. En ambas materias tocamos este tema y básicamente abordamos el concepto a modo de definición como la capacidad de elegir ante diferentes circunstancias. Posteriormente, en mi estudios como Rosacruz en la logia AMORC, relacionaban al libre albedrío como un estado de conciencia.